Soltar

Una palabra tan utilizada y tan poco entendida… Se puso de moda en el último tiempo, como vocablo para «cerrar un proceso», como la cosa que «hay que hacer» cuando algo no puede resolverse.

Problemas del pasado, cosas irresolubles, acciones del presente, fantasmas del futuro: el remedio común parece el mismo ¡Soltar!

Nadie explica cómo, todos recomiendan soltar.

¿Por qué nos cuesta tanto?

Resulta que, a medida que vamos creciendo, algunas cosas o eventos que cruzamos en nuestro camino los tomamos como seña de identidad. Es decir, como si fuera un corte de pelo, un par de zapatos cómodos, una forma de hablar… nos creemos que somos eso ¿No es gracioso? Nos apropiamos y creamos a veces identidad alrededor de algo que es efímero, que nos lo encontramos en el camino y que, como todo lo demás, es plausible de irse, romperse, cambiar o desaparecer…

Nuestro cuerpo cambia a diario (para subsistir, repararse, adaptarse), la Naturaleza es un símbolo de cambio constante a nuestro alrededor. Confundimos a la materia (sujeta a cambio permanente) con la energía (inmutable desde el principio de los tiempos).

La energía cambia de contenedor, de forma, y es siempre la misma… La luz del Sol atrapada en la madera seca, que liberamos cuando la quemamos. Los alimentos creados al Sol que transformamos en piel, hueso, cerebro o lo que el cuerpo necesite…

Nos apegamos a la materia (o a las personas) como si eso nos dijera quienes somos. Nos cuesta soltar porque… ¿qué seríamos si no fuésemos eso que acabamos de perder?

La respuesta siempre está dentro.

Un barco no es el puerto en el que recala, ni el ancla que lo ata a ese mar… Un barco es el barco mismo, y el barco no sería nada sin su capitán. El capitán puede cambiar de barco (como la energía de contenedor). Nosotros no podemos soltar porque nos creemos el barco en ese puerto, sin reconocer que somos mucho más que esas experiencias.

La vida es un milagro, aquello que hayamos perdido nos lo certifica: tuvimos, en medio de este vasto mundo, la dicha de encontrar, combinar, permanecer, compartir esos instantes con aquello que ya no está ¡Atesoremos la experiencia!

¿Qué es soltar entonces?

Contectarnos con el presente a través de la respiración, lo que nos trae al «aquí y ahora»… los recuerdos no son ahora… así como abrazamos aquello en el pasado, abracemos lo que hay hoy en este presente.

Soltar es abrazar lo que hay hoy como abrazamos ese pasado. La mirada y la energía en el hoy. La vida ES HOY.

Hoy estoy soltando aquel que fui antes de mi intervención, porque éste nuevo es claramente diferente, ni mejor ni peor. Ya no ser quien era antes también es una gran oportunidad. Suelto.

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2 comentarios en “Soltar

  1. Justo esto hablaba anoche con dos nuevas alumnas de yoga, invocando esta palabra que se dice tan fácil y se repite como campana y hay tantos baners, placas de frases hechas, nos decíamos que para soltar debemos de dejar de querer controlar las situaciones que nos suceden, soltar,,, implica aceptar, aceptarnos, confiar en que eso que sucede es lo que debe suceder y tratar de comprender, qué se nos muestra en esa experiencia, para aprender algo más de ella…
    Me encanta poder transmitir tanto de lo que aprendí y aprendo contigo…
    Ahora con más tiempo voy leyendo tantas cosas que me quedaron en el camino en nuestro aprendizaje, poco a poco incorporo cosas nuevas y viejas, me encanta pensar que voy con una caja de herramientas con todo lo aprendido, sacando la necesaria en cada momento, como dicen, vienen a ti solo aquellos que necesitan eso que tenes para dar…
    Me siento bendecida por eso, agradecida de lo que la vida me trae…
    Namaste Lucas

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