Dolor y Sufrimiento

Hace un par de días hablaba con una lectora de este blog, asidua comentadora, y me decía que era una enorme suerte que no tuviera que pasar dolor. Ahí me di cuenta que quizá estaba dando una idea equivocada de mi proceso: hay dolor, claro que lo hay. Quizá la diferencia es que, después de lo vivido, este dolor es sólo físico.

¿Cómo es eso? El dolor no es sólo físico, si no que también puede ser emocional. Nos duele que nos duela, sufrimos porque no podemos aceptar que duela, que no estemos sanos, que siga doliendo.

El Buda (que significa El Iluminado) decía que «el sufrimiento es hijo de la negación, el dolor es parte de la vida».

A veces estos dos se mezclan (sufrimiento y dolor) y no podemos diferenciarlos… El dolor es información que proviene del cuerpo físico, el sufrimiento es síntoma que viene del cuerpo mental o del alma.

Cuando reconocemos que hay un problema, que esto duele, y que negarlo no lo va a hacer desaparecer, cuando aceptamos… «mágicamente» el dolor se hace más soportable.

En este proceso, después de atender el síntoma, me di cuenta que venía soportando el dolor por eso de «ser fuerte»… Esa reacción cuando no tomas el analgésico cuando te duele la cabeza, cuando pensas «ya pasará» o cuando el ambiente que te rodea espera que «estes bien»…

Quiero confesar aquí que llegué a pensar que algunos de mis dolores (hombros, cuello, cadera izquierda, etcétera) eran achaques de la mediana edad. Uno de mis médicos en Buenos Aires me decía que «después de los treinta, si te duele algo significa que estás vivo, el dolor es parte de la vida». Y aunque mucho de lo dice puede ser interpretado como cierto, el dolor es información de que algo está inflamado o en tensión. Si de algo sirve esta experiencia: ATENDELO.

El sufrimiento es innecesario y es una carga adicional en nuestro sistema nervioso, lo que causa una ampliación del mismo dolor que sentimos. Una de las herramientas más poderosas para trabajar sobre ese componente emocional del dolor es la aceptación: abrazar lo que sea que surja, amar lo que es. El trabajo con la respiración es fundamental.

Al respecto de esto, desde hace un par de años se viene observando en mujeres con fibromialgia que la meditación y el trabajo terapéutico con lo emocional reduce la intensidad de los episodios y su duración. Como consecuencia adicional e inesperada, también reducen su presión arterial y mejora la calidad del sueño. Todo está conectado.

A veces el dolor es tan grande que sentimos nuestra vida miserable, vacía de contenido, y nos olvidamos quienes éramos antes del dolor… Eso trae sufrimiento, y el ciclo se realimenta.

El dolor nos recuerda que en nuestro interior somos blandos, sensibles, inflamables… Y el síntoma siempre se conecta con aquello que dejamos en la sombra.

Mientras deja de doler, abrazo lo que hay… Y cada vez duele menos. No te acostumbres al dolor.

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8 comentarios en “Dolor y Sufrimiento

  1. Es maravilloso Lucas lo que escribís . Yo también estuve y estoy en el mismo proceso.Y es realmente valioso lo que se aprende…el dolor físico nos conecta con nuestra debilidad ( la que nos ocultamos) y a través del sufrimiento liberamos al alma . Aprendemos así que hay una luz que brilla en nuestro interior y despertamos!!! Gracias . Namaste

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    1. El sufrimiento es mental, el dolor es físico. En este caso hablamos de los dos juntos porque a veces el dolor físico nos hace sufrir porque no lo aceptamos. Hay casos de sufrimiento que se sienten en el cuerpo: la angustia, cuya causa es mental 🙂

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  2. Querido maestro y amigo, he comprendido esta experiencia, pequeña, (si pongo el juicio en la comparación a la tuya), más clara, en todos esos aspectos que decís, yo recién había soltado mi trabajo bajo relación de dependencia, ya no tenía obra social, y me doy terrible golpe en mi tibia, pensando en una fractura (que no lo fue) el dolor era agudo y se trasladaba hacia otra parte del golpe, me querían pinchar, pregunte para que era la medicación que me aplicarían? solo para bajar el dolor…
    Entonces deje nomas, si persiste me tomare algo mas liviano en casa -respondí…Colocaron medio yeso inmovilizaron la pierna y a casa… reposo, hielo…
    Mis miedos afloraron, pocos alumnos, justo ahora?? comenzando… y si no puedo mover más la pierna, el dolor era intenso y se sumaban esos pensamientos de futuro y de un pasado en donde hubo vicisitudes económicas, de las cuales salí, siiii,,, más fue duro…Dolía mucho más…
    Ahí llego lo aprendido, esas herramientas que me inculcaste, respira, escucha a tu cuerpo, que sentís? esa misma noche me saque el yeso, puse hielo, cremas colaboradoras en mi vida: estuve con muletas dentro de mi casa por mas de una semana, durmiendo en el piso xq mi dormitorio esta subiendo escaleras, y escuchándome, sin matar ese dolor físico, soltando el mental y viendo cada día hasta adonde podía avanzar conforme el dolor me lo permitía…
    Volví a dar clase al principio podía hacer muy poco, lo explicaba, y poco a poco volvió la fuerza, a fuerza de escucharme,,, sabía que si apagaba el dolor físico no le daba al cuerpo la posibilidad de restaurarse naturalmente, y confié, y solté esos miedos que siempre están acechando, más ya no me paralizan, que puede pasar? acaso no resolviste siempre lo que surgiera?
    Hoy cuando aparecen estos pensamientos, me les arrimo y les propongo otra cosa…
    Eso… Lucas Casanova es algo que solo vos me enseñaste…. Agradecida al sacudon que le diste a mi árbol para que la fruta caiga madura…
    Namaste
    Pd: gracias por expresar con tantísima humanidad, humildad, empatía y compasión, siempre

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